Lupita Ortiz Cabrera
En mi experiencia personal como capacitadora de preparatoria abierta en COORASEA desde hace ya 14 años ha significado mucho a lo largo de mi vida, tener la oportunidad, no solo de ser una guía u orientadora sino una mano ayuda, alguien quien inspira y motiva a los alumnos a luchar por sus sueños y metas que se tienen desde temprana edad, me considero mucho más que ser portadora de conocimiento hacia mis alumnos, sino que soy formadora, lo cual me ha dejado grandes satisfacciones. Pues la docencia va más allá de enseñar, se trata de educar, donde no solamente el estudiante aprende, sino que el maestro también con cada experiencia enriquece su conocimiento cultural y personal. El hecho de ser una maestra no quiere decir que me limito a enseñar y quedarme ahí, por el contrario, sé que debo aprender todos los días las diversas formas de progresar, por ello al incentivar a mis estudiantes, enriqueciendo sus valores, fortaleciendo sus distintas habilidades, estar pendiente de sus necesidades académicas, pretendo lograr que sean personas independientes y mucho más competitivas en cualquier ámbito de desarrollo y progreso. Obteniendo a partir de este proceso de formación y aprendizaje, que cada uno de ellos ponga en práctica las herramientas adquiridas durante su estudio con la adecuada resolución de diversas situaciones o ante cualquier circunstancia, transformándose en personas más productivas y eficientes y a si mismo fomentar su superación personal y forjar seres humanos de calidad, por ello cursar la preparatoria abierta en COORASEA es una garantía de un aprendizaje seguro y efectivo.